A sus quince años aún no sabía bien de qué va todo esto. Algunos le dijeron que tenía una vida por delante, y de hecho echaba de menos muchas sensaciones que aún no había experimentado. Sin embargo, cuando se levantaba por las mañanas, y antes de acostarse, siempre pensaba que ya había vivido demasiado.
Pasó algunos años empeñado en descubrir todo aquello que le faltaba por saborear, así que comenzó a andar mirando el suelo, y cambió las estrellas del cielo por las de las aceras de Hollywood. En poco tiempo, se sabía todos los nombres que necesitaba saber para alcanzar el firmamento, y se convirtió en un chico famoso. Conoció a una chica muy guapa, él pensó que debía probarlo todo, y ella que aún le quedaban cosas por disfrutar, así que decidieron quererse un poco.