Cuando Ulises, perdido en el mar, entre las islas del mar Egeo, anhelaba Ítaca, no lamentaba únicamente a Penélope y Telémaco. No, era algo mucho más grande, mucho más profundo, arraigado en sus entrañas.
En los confines de la memoria…
Cuando Ulises, perdido en el mar, entre las islas del mar Egeo, anhelaba Ítaca, no lamentaba únicamente a Penélope y Telémaco. No, era algo mucho más grande, mucho más profundo, arraigado en sus entrañas.